¿Cómo prevenir las recaídas durante un tratamiento de adicciones? La clave para la prevención de recaídas es manejar los desencadenantes y las señales de advertencia de forma oportuna y eficaz.
La adicción es una batalla que se pelea de por vida. Y es que tomar la decisión de estar sobrio es difícil, pero mantenerse en este estado puede ser más retador aún. Un error común es pensar que al concluir el tratamiento de rehabilitación de drogas esta batalla ya se ha ganado.
Lamentablemente la recuperación, no es un logro que se disfruta una sóla vez cuando se trata de un tratamiento de adicciones. Recuperarse de una adicción de drogas es un proceso, lleno de pequeñas victorias pero también de derrotas, que se tendrá que saber manejar para no perder todo el camino recorrido.
¿Por qué una recaída no es una derrota?
Es importante comprender que una recaída, aunque no es un resultado deseable, tampoco es una señal de fracaso, todo el trabajo importante realizado durante las etapas iniciales de la recuperación permanece. Las recaídas son simples indicadores de que se requiere más apoyo y quizás, un enfoque diferente al tratamiento, para continuar el viaje de la rehabilitación.
Algunos factores que pueden provocar una recaída en el tratamiento de adicciones:
El estrés
Cuando las cosas se vuelven difíciles y se vuelven abrumadoras el mejor alivio para una persona que solía consumir drogas es volver a consumirlas, es su salida fácil. Mientras otros drenan el estrés a través del deporte a otras personas les da por comer comida “chatarra”, y así cada quien desarrolla un forma diferente para manejar el estrés.
La clave está en disminuir los niveles de estrés apenas se sospecha de este. Precisamente el ejercicio es una muy buena forma de hacerlo. Enfocar la atención en otras cosas que puedan relajar la mente, hacerse de herramientas prácticas.
Notificarlo a una persona cercana o a un especialista sería lo ideal. Si se trata de un ser querido, estar atento a situaciones que le puedan causar estrés y evaluar cualquier cambio brusco en su comportamiento.
Fácil Acceso
Si una persona está tratando de dejar el alcohol o las drogas pero se rodea de amigos o familiares que consumen, asiste a fiestas donde sabe que tendrá fácil acceso a estas sustancias, tarde o temprano sufrirá una recaída. Lo mismo ocurre cuando en casa de un alcohólico, en tratamiento de rehabilitación, se consigue grandes cantidades de alcohol, o este mismo sujeto se encuentra con un amigo en un bar.
Un adicto en recuperación debe evitar estas situaciones si no quiere sufrir una recaída en su tratamiento de rehabilitación de drogas.
Lugares y personas
Similar al punto anterior, el simple hecho de estar cerca de personas o lugares fuertemente asociados con el consumo también puede ser un gran desencadenante de recaídas. Incluso si la sustancia en sí no está presente, los recuerdos por sí solos pueden intensificar los antojos hasta el punto de romper su compromiso con el tratamiento.
Aislamiento social
Si bien, mantener las conexiones con personas equivocadas puede ser un desencadenante, fomentar relaciones humanas positivas es vital para evitar otro desencadenante importante: el aislamiento. Pasar demasiado tiempo solo puede atrapar al adicto en su propia cabeza y sus propios pensamientos negativos.
Sin otras personas que refuercen su compromiso con el tratamiento, es posible que le resulte difícil recordar sus propias razones para querer estar bien y puede perder la motivación para mantenerse sobrio.
Hoy en día este tema se intensifica con un poco más de un año en pandemia y sometidos a aislamiento social general y obligatorio. La solución, sin duda, es el tratamiento residencial para la rehabilitación progresiva y efectiva del adicto, en un espacio seguro y con el apoyo profesional adecuado.
Cambios importantes
Los cambios significativos en la vida pueden traer consigo ciertos niveles de ansiedad que si no son frenados a tiempo pueden avivar el deseo de consumir nuevamente sustancias y estupefacientes. Un nuevo trabajo, una nueva relación, una nueva casa que pagar; cambios importantes, incluso positivos, pueden desencadenar sentimientos de ansiedad. La recaída puede ocurrir cuando se siente que no se tiene otra forma para sobrellevar la situación.
Demasiado tiempo libre
Cuando el sujeto cuenta con demasiado tiempo libre puede caer en un estado de aburrimiento que puede llevarlo a una recaída. Aunque resulte tonto pensar que una recaída puede suceder por simple aburrimiento, se debe considerar lo siguiente: una rutina estructurada puede ayudar a llenar los vacíos que solían ser llenados por la adicción, al ofrecer un sentido de propósito y dirección.
Participar en actividades recreativas saludables también puede ser una forma eficaz de distraerse de los antojos y evitar los desencadenantes. Un poco de tiempo libre, por supuesto, es bueno, pero demasiado, puede permitirle a la persona pensar en el pasado o llenarse de sentimientos negativos que pueden llevarlo a comenzar a consumir nuevamente.
Aunque las características de la adicción y agravantes son diferentes entre cada adicto, estas son situaciones en las que lo mejor es, estar atento a lo que pueda pasar o tratar de que la persona en rehabilitación las evite por completo. Ante cualquier recaída lo recomendable es consultar con un profesional o especialista en adicciones.
Si tú, tu familiar o amigo está listo para comenzar un tratamiento de Rehabilitación de Drogas, revisa nuestro tratamiento, nuestras terapias y CONTÁCTANOS
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