Alcoholismo funcional no es un diagnóstico médico formal, sino un término que se usa coloquialmente para describir a una persona que es dependiente del alcohol pero que aún bajo esta necesidad se desarrolla perfectamente en su rol laboral y social.
Un alcohólico en negación
Un alcohólico funcional podría no actuar de la manera que se espera que actúe. Podría ser responsable y productivo. Incluso podría ser una persona exitosa o estar en una posición de poder. De hecho, su éxito podría llevar a la gente a pasar por alto su forma de consumir alcohol. Vivimos en sociedad donde el alcohol se ha normalizado, por lo que este tipo de situaciones las podrías tener más cerca de lo que piensas, si el consumo de alcohol es la norma se vuelve un poco más difícil detectar quién tiene un problema de adicción y quién no, y aún más difícil será que el sujeto lo admita.
Pero, ¿realmente existe el alcohólico funcional?
Empecemos por el hecho de que no ha sido reconocido de forma científica o sanitaria esta definición. Se ha adoptado de forma más popular o de calle para definir a aquellos sujetos que consumen alcohol pero que siguen “funcionando” en cada una de las áreas que se desenvuelve. Sin embargo, existen diferentes posiciones, que difieren unas de otras, por parte de los especialistas ante esta situación. Y es que, finalmente se trata de una persona que ha desarrollado una adicción y que no la reconoce como un problema. Por lo que estaríamos ante un problema de alcoholismo que suele ser más difícil de identificar.
¿Cómo identificar un alcohólico funcional?
Es posible que el sujeto en cuestión haya aumentado gradualmente su consumo habitual de alcohol hasta el punto de que se ha vuelto dependiente sin ni siquiera notarlo.
Según el centro de rehabilitación de Delphi Behavioral Health Group, una cadena de centros de tratamiento de adicción a las drogas y el alcohol de Estados Unidos, estas son algunas señales de alerta que indican que se necesita ayuda:
- Tomar para sentirse seguros o relajarse un poco.
- Es común que escondan el alcohol, niegan consumirlo en exceso o se enojan cuando se les habla de ello.
- Suelen consumir alcohol por las mañanas o cuando están solos.
- No les agrada que amigos o familiares le hablen de su “problema”, pues para ellos aún no es un problema, simplemente se llenan de excusas y argumentos.
- Pueden bromear sobre el alcoholismo.
- Toman cuando no tenían pensado tomar.
La tolerancia al alcohol
Un alcohólico funcional a menudo consume tanto alcohol como alguien con un trastorno por consumo de alcohol típico. Sin embargo, no presentarán síntomas externos de intoxicación.
Esto se debe a que han desarrollado cierta tolerancia al alcohol hasta el punto de que pueden incluso, consumir más para sentir el efecto deseado.
Esta “resistencia” a los efectos del alcohol significa que el alcohólico funcional puede tomar a niveles peligrosos resultando en:
- Dependencia del alcohol.
- Daño orgánico relacionado con el alcohol.
- Deterioro cognitivo.
Desafortunadamente, incluso cuando los alcohólicos funcionales comienzan a reconocer que tienen un problema con la bebida, todavía se resisten a pedir ayuda. Para cuando admiten el problema, sus síntomas de abstinencia, que pueden comenzar unas pocas horas después de su último consumo, pueden volverse cada vez más graves.
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